La gestión del alcalde de Zinacantepec, Manuel Vilchis Viveros, está envuelta en un nuevo escándalo de malversación de recursos federales. Con la destitución de la tesorera municipal Yeni Isabel Nava Hernández y el descubrimiento de irregularidades financieras, la carrera política de Vilchis enfrenta un punto de quiebre, poniendo en duda su potencial reelección con el PRI.
Zinacantepec ha sido sacudido por un escándalo de corrupción que involucra a su máximo representante político, el Presidente Municipal Manuel Vilchis Viveros. Esta controversia no solo amenaza con desestabilizar la administración municipal actual sino que también plantea serias interrogantes sobre la integridad y transparencia de sus operaciones financieras.
La administración de Vilchis Viveros ha sido acusada de redirigir de manera ilícita fondos federales asignados para programas específicos. Estos recursos, que debían ser utilizados para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Zinacantepec, fueron supuestamente desviados para cubrir pagos de nómina, bonos y compensaciones extraordinarias a miembros del círculo cercano del alcalde. Este manejo indebido de fondos públicos no solo constituye una violación de las normativas fiscales sino que también traiciona la confianza del electorado.
La ex tesorera municipal, Yeni Isabel Nava Hernández, desempeña un papel fundamental en esta narrativa. Tras su destitución en agosto de 2023, Nava Hernández se ha convertido en una fuente clave de información sobre las irregularidades financieras en la administración de Vilchis. Su testimonio ante autoridades fiscales ha arrojado luz sobre prácticas cuestionables y decisiones unilaterales tomadas por el alcalde, lo que ha precipitado una investigación más profunda por parte de los organismos de control.
Este escándalo llega en un momento crítico para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), particularmente en el contexto de las próximas elecciones. Con Vilchis buscando la reelección, el partido se encuentra en una encrucijada ética y estratégica. Apoyar a un candidato cuya administración está bajo investigación podría dañar seriamente la reputación del PRI y su viabilidad electoral. Por otro lado, retirar su apoyo a Vilchis podría dejar al partido sin una figura fuerte en la región, debilitando su posición en un área estratégicamente importante.
La situación actual en Zinacantepec subraya la importancia crítica de la integridad en la gestión pública y la rendición de cuentas. Los ciudadanos de Zinacantepec merecen una administración transparente y honesta, y el desarrollo de este caso será un indicador clave de cómo se valora y se protege la confianza pública en la región.
Lee también: ¿Zinacantepec en Crisis? Las polémicas de Manuel Vilchis