Este domingo, Paseo Colón fue escenario de una manifestación encabezada por colectivos y activistas que alzaron la voz contra la apertura de una nueva sucursal de Starbucks en la capital mexiquense. La protesta, enmarcada en una jornada internacional de solidaridad con Palestina, denunció tanto el impacto ambiental de la obra como su implicación simbólica en conflictos internacionales.
Los manifestantes partieron desde el monumento del Águila y avanzaron hasta el predio donde actualmente se construye el nuevo establecimiento de la cadena estadounidense. Durante el recorrido, se desplegaron mantas verdes, banderas palestinas y consignas como
“No más Starbucks, no más ecocidio, solidaridad con Palestina”.
El contingente se detuvo frente al anuncio de la nueva cafetería, el cual prometía que “muy pronto vivirás la experiencia Starbucks”. Allí, los asistentes colocaron pancartas y realizaron pronunciamientos públicos, rechazando lo que califican como una expansión comercial agresiva que contribuye a la crisis climática y al desplazamiento de negocios locales.
Los activistas argumentaron que Starbucks forma parte de un entramado económico global que, según señalaron, contribuye al financiamiento de acciones militares en la Franja de Gaza. En ese sentido, vincularon la apertura de la tienda con prácticas de colonialismo corporativo, señalando que “ya no se necesita de tanques para invadir: hoy llegan las franquicias, talando árboles y encareciendo las rentas”.
Este mensaje se enmarca en una ola de protestas que se realizaron en varias partes del mundo durante el fin de semana, coincidiendo con la llegada de ayuda humanitaria china a Gaza, tras meses de intensos bombardeos.
Uno de los principales reclamos fue el posible impacto ambiental que podría derivarse de la construcción. De acuerdo con los manifestantes, la obra podría requerir la tala de árboles en la zona, lo que afectaría directamente la calidad ambiental y visual de uno de los corredores urbanos más importantes de Toluca.
También expresaron preocupación por el aumento de rentas y la pérdida de identidad local debido a la llegada de grandes franquicias que, afirman, desplazan a cafeterías tradicionales y deterioran los espacios públicos.
Al término de la marcha, los organizadores hicieron un llamado a la gobernadora Delfina Gómez para que fije una postura ante el conflicto internacional en Gaza y revise las autorizaciones otorgadas a nuevas franquicias. Los manifestantes pidieron mayor regulación a las inversiones extranjeras y políticas públicas que protejan tanto el entorno urbano como a los comercios locales.
“No es solo una cafetería más, es parte de un sistema que destruye el medio ambiente y normaliza el despojo”, afirmaron.
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