Aunque muchos hogares están acostumbrados a lavar el pollo crudo antes de cocinarlo, esta práctica puede ser más peligrosa de lo que parece. En este artículo te explicamos por qué los expertos en salud aconsejan no lavar el pollo crudo y cómo se debe cocinar para evitar riesgos en la salud.
Los peligros de la contaminación por pollo crudo
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han identificado que el pollo crudo puede albergar bacterias nocivas como Campylobacter, Salmonella y Clostridium perfringens. Estas bacterias son capaces de causar enfermedades transmitidas por alimentos si el pollo no es cocido adecuadamente. Según los CDC, incluso un manejo inadecuado, como lavar el pollo, puede aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria al esparcir estas bacterias por la cocina.
El doctor Héctor Rosette, un reconocido médico, ha ilustrado en sus redes sociales cómo la contaminación cruzada puede ocurrir en la cocina. Puso el ejemplo de usar la misma tabla de cortar para el pollo crudo y otros alimentos que no serán cocidos, como las ensaladas, lo cual puede transferir bacterias de uno a otro, aumentando el riesgo de enfermedad.
Alertas internacionales sobre el lavado de pollo
La Agencia de Normas Alimentarias de Inglaterra también ha señalado que lavar el pollo crudo puede convertir la cocina en un foco de infección por campylobacter, una bacteria que puede causar severas enfermedades gastrointestinales. Esta advertencia subraya la importancia de manejar correctamente el pollo crudo para evitar la proliferación de bacterias.
Recomendaciones para cocinar pollo de forma segura
Los expertos concuerdan en que la cocción es el método más efectivo para eliminar las bacterias peligrosas presentes en el pollo crudo. Se recomienda cocinar el pollo a una temperatura interna de 74°C para asegurar que sea seguro para el consumo. La práctica adecuada es cocer el pollo inmediatamente después de su compra, sin pasar por el proceso de lavado.
Consejos para quienes optan por lavar el pollo
Aunque la recomendación es no lavar el pollo, si se elige hacerlo, se deben seguir ciertas precauciones para minimizar riesgos:
- Dejar correr el agua suavemente sobre el pollo para evitar salpicaduras.
- Limpiar y desinfectar inmediatamente el fregadero y las áreas circundantes con agua caliente y jabón.
- Lavarse las manos durante al menos 20 segundos después de manipular pollo crudo.
- Utilizar tablas de cortar separadas para el pollo crudo y otros alimentos.
- Evitar el contacto entre alimentos cocidos o frescos y superficies que hayan tenido pollo crudo.
Es esencial seguir estas recomendaciones para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. En México, se han reportado casos de enfermedades graves, incluyendo muertes en Tlaxcala por el síndrome de Guillain-Barré, relacionadas con el consumo de alimentos mal cocidos. La correcta manipulación y cocción del pollo crudo es fundamental para mantener la salud y seguridad alimentaria en los hogares.
Notidex, comprometido con la salud y el bienestar de sus lectores, espera que este artículo ayude a promover prácticas más seguras en las cocinas de todo el país.