Buscan reforzar la seguridad en la central de abastos de Toluca

Central de abasto-Toluca
Central de abasto-Toluca

La tragedia ocurrida el pasado 21 de enero, en la que una joven perdió la vida tras ser atropellada por una unidad de transporte público de la línea Atzuzi dentro de la Central de Abastos de Toluca, ha encendido las alarmas entre los comerciantes de este importante mercado. Con el objetivo de evitar que se repitan sucesos similares, los locatarios han decidido tomar medidas concretas para mejorar la seguridad en el lugar y ordenar los servicios de transporte público que operan en la zona.

La Central de Abastos de Toluca, que diariamente recibe a más de 40,000 visitantes, tanto comerciantes como consumidores particulares, ocupa un área de 63 hectáreas. Debido a su magnitud, es un espacio donde el transporte público juega un papel crucial en la movilidad, pero también implica riesgos si no se gestiona adecuadamente.

Patricia González, una de las comerciantes de la Central, destacó que se han detectado irregularidades preocupantes en el transporte público que opera dentro del mercado.

“Nos hemos encontrado con operadores de tan solo 16 o 17 años, lo cual es inadmisible. Estamos buscando establecer un registro y asegurarnos de que el personal esté debidamente capacitado para brindar el servicio de forma segura”, comentó.

Además de estas medidas, se plantea fortalecer el sistema de videovigilancia en toda la Central. También se contará con el apoyo de la Policía Estatal, junto con el servicio de seguridad privada que ya opera en el lugar. Patrullajes constantes y rondines serán implementados como parte de un esquema integral para proteger a los visitantes.

Problemas actuales y soluciones

Entre los principales problemas que enfrentan los locatarios y visitantes en la Central de Abastos se encuentran:

  • Fallas en el servicio de transporte público, incluyendo operadores sin capacitación adecuada.
  • Robo a consumidores, lo que genera una percepción de inseguridad.
  • Daños a vehículos, como golpes en estacionamientos.
  • Falta de respeto hacia el personal de seguridad privada, lo que dificulta su labor.

Para abordar estos retos, los comerciantes han planteado un enfoque integral que no solo garantice la seguridad, sino también refuerce la confianza de los compradores.

“Este espacio comercial debe seguir siendo seguro y atractivo para la población”, afirmó González.

Además de las medidas que implementarán los locatarios y autoridades, se hace un llamado a los visitantes a tomar precauciones adicionales. Mantenerse atentos a sus pertenencias y estar conscientes de su entorno puede marcar la diferencia a la hora de prevenir incidentes.

“La seguridad es una responsabilidad compartida”, añadió Patricia González. “Si todos contribuimos con pequeños cambios en nuestro comportamiento, podemos blindar este espacio para que continúe siendo un referente en la región”.

En conclusión, con su enorme afluencia diaria, la Central de Abastos de Toluca es un punto neurálgico para el comercio en el Estado de México. Sin embargo, garantizar la seguridad en sus instalaciones es clave para que siga siendo una opción viable y atractiva tanto para comerciantes como para consumidores. Las nuevas medidas de seguridad y la reorganización del transporte buscan precisamente cumplir este propósito.

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